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La adaptación y los retos escolares

Foto del escritor: Piccolo GiardinoPiccolo Giardino

Actualizado: 6 jun 2024



La adaptación escolar es el proceso de transición que viven los niños desde su entorno familiar hacia el ambiente escolar, suscitando en ellos un conjunto de situaciones, emociones y manifestaciones psicoafectivas como conjunto de respuestas ante una situación nueva y desconocida para ellos, implicando nuevos desafíos y ajustes en su rutina diaria, para lo cual necesitan sentirse seguros y respaldados por sus padres. 


A continuación desglosamos algunos consejos útiles para ayudar a nuestros hijos a vivir este proceso de la mejor manera posible:  

  1. Rutinas. Crear una rutina familiar tranquila cuidando la hora de acostarse y de levantarse aseguramos que los niños tengan los recursos internos para hacer frente a las despedidas y a los nuevos retos y conseguimos tener una mañana tranquila en la cual preparase para ir al kínder resulte armonioso para todos.

  2. Calmar sus miedos. Generalmente la ansiedad escolar es causada por la inseguridad que produce en los niños el desprendimiento del ambiente familiar, seguro y bien conocido, para incursionar en un mundo nuevo y es muy importante que los padres les brindemos seguridad. Saber transmitir seguridad implica estar verdaderamente convencidos de que es bueno para ellos vivir esta transición, no basta con decirlo sin estar convencidos verdaderamente ya que los niños nos leen perfectamente y nuestra seguridad es la suya. También es importante dar la atención necesaria a algunos miedos que para ellos son importantes aunque a nosotros nos parezcan irracionales como el miedo a que papá o mamá se mueran o a que no regresen mientras ellos están en la escuela, por lo que recomendamos decirles que a las personas que se quieren no les gusta separarse, pero que se divertirán, que estarán perfectamente bien y en un lugar seguro y que lo quieres mucho incluso cuando tú no estás cerca. Termina cada conversación con tranquilidad: "Sabes que SIEMPRE volvemos el uno al otro" . También el usar  los dibujos como herramienta de expresión de emociones es una buena alternativa para conocer qué piensan los niños sin ser nosotros quienes pongamos palabras en su boca que podrían no ser realmente la correcta expresión de sus propias emociones.

  3. Rituales de despedida y reencuentro. Tener pequeñas rutinas como un abrazo en casa antes de salir, una canción favorita para cantar en el camino, distractores como contar “topes” de casa hasta Piccolo pueden ser estrategias adecuadas que ayuden a los niños a saber qué sigue y sentirse seguros. Y a la hora de recogerlos ayudarlos a relajarse con música o pláticas, entender que pueden venir cansados después de mucho trabajo en el día pero aún así evitar “la leche” apenas se suben al auto, recordemos que el objetivo es hacerlos sentir grandes, que ir al kinder es divertido y que el trabajo los hace crecer y ser independientes, los niños no necesitan “un premio ni compensación” por haber ido al kinder. A veces solemos bombardearlos con preguntas sobre su experiencia en el día provocando que se sientan presionados y nos decepcionamos si ellos no responden activamente, lo mejor en estos casos es platicar sobre nuestras cosas, qué hicimos y cómo nos sentimos en esta mañana y esto hará que ellos se sientan invitados a sumarse a la conversación contribuyendo con su propia experiencia del día.

  4. Facilitar el vínculo con sus guías/misses. Los niños necesitan sentirse conectados con un adulto ya que les da seguridad. Así que cuando no están con sus padres suelen transferir su enfoque de apego y confianza con su maestra. Puede ayudar que le digas que conoces a sus misses y que sabes que hacen cosas muy buenas y divertidas en Piccolo, que pueden decirles cualquier cosa que necesiten durante el día porque ellas están felices de acompañarlos.

  5. Fomentar relaciones de amistad. Poco a poco los niños van encontrando afinidad para jugar, reír y acompañarse con otros amigos. Estas relaciones se pueden fomentar al hablar de que conoces a la mamá de su amigo, con pequeñas oportunidades de convivencia fuera de Piccolo y también hablando de qué les gusta a los amigos para conocerlos mejor. Es importante recordar que a esta edad es normal también el juego en solitario sin que esto deba generar preocupación alguna.

  6. Los celos. Si tienen hermanitos bebés que se quedan en casa y piensan que ahí están más divertidos pueden sentir ganas de quedarse, o si quieren más atención de mamá igual les puede dar sentimiento por la separación. Será muy importante hablar con ellos brindándoles seguridad y confianza y no dar opción a quedarse aunque les cueste un poco en las mañanas. Resaltar la alegría que nos da el verlos crecer y las cosas que ya pueden lograr a diferencia de los bebés hace que se sientan valorados y queridos en lo individual, así como buscar tener momentos especiales para cada hijo también ayuda a evitar los celos.


Recordemos que los hijos reflejan nuestras emociones, temores y también les transmitimos paz con comentarios positivos, brindándoles seguridad ya que los padres son el mejor referente cuando hay pequeños cambios en rutinas que pueden tardar un poco en ajustarse.


Igualmente en Piccolo cada ciclo escolar implica nuevos retos académicos y de desarrollo que pueden requerir mayor esfuerzo en las actividades diarias, cada día trabajamos para hacer sentir a los niños como grandes, que vean todo lo bueno de crecer y que se sientan orgullosos de sus pequeños logros. También fomentamos en la educación positiva refuerzos positivos verbales (no premios) para que valoren el esfuerzo, que no se preocupen ante los errores y que se motiven en seguir adelante viendo todo lo que ya logran hacer solitos.

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